viernes, 29 de julio de 2011

LEGADO DUDOSO


Resulta incongruente, visitantes y ciudadanos de Ciudad Real, que algunos de los que se jactan de tener "Malicia Indígena" sean los mismos que peyorativamente tratan mal a su prójimo llamándolo "indio zarrapastroso"

¿A quién se le ocurrió que la "malicia indígena" es un legado digno de ser plausible y reverenciado para quién se mofe de llevarlo?

La Malicia Indígena estableció sus propias reglas internas, donde dejó claro que quien siga lo permitido por las leyes es un bobo, y quien las rompa es un “vivo”. Es un hermoso legado que les ha enseñado a encontrar la manera de colarse en una fila, y a su vez evitar que alguien se les cuele. Es una maravillosa dote que les adiestra finamente que todo aquello que se comieron, pero que el mesero se olvidó incluir en la cuenta, no se paga.

Aunque deliberadamente opté por desconocer la etimología de semejante término ignominioso para las comunidades indígenas de nuestro país, me pregunto si el tal proviene de alguna leyenda, escrito o de una simple alegoría de cómo los indígenas del siglo XV y posteriores, trataron de evadir sin éxito las aberrantes pretensiones de sus “descubridores” los españoles.

Si este fuere el caso, poco o nada tiene que ver la Malicia indígena con el taxista que antes de llegar a su destino, le da varias vueltas a la manzana al gringo, para que el taxímetro cobre unos pesos de más; o con el huésped de un hotel que se lleva las toallas como suvenir, porque asegura, están incluidas en lo que pagó por la noche; o con el que se lleva la cobija de un avión o parquea su auto junto a un aviso de Prohibido Parquear, o hace hasta lo imposible por comprar de contrabando sin pagar impuestos, porque asegura que si él no aprovecha esa ventana de oportunidad, alguien más lo hará; al fin y al cabo los de la DIAN tienen demasiados billones para robar. En pocas palabras, a él no le molesta ser tildado de inmoral pero nunca de bobo.

Sin embargo, queridos habitantes de Apologetarum, aquél que presume tener "malicia indígena" pasa por alto una verdad ineludible y precisa: al final, quien pierde no es el bobo si no el "vivo". La deshonestidad tiene corolarios. Si de algo se puede jactar el corazón malicioso es de ser escuetamente un cínico ilícito.

¿Es, amigos apologetas, la ‘malicia indígena’ una expresión que maquilla la picardía y la viveza? O simplemente sagacidad y talento para vencer con el bien el mal, en especial para no caer engañado y vencido por este último.

"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguno, si algo digno de alabanza, en esto pensad" (Filipenses 4:8)

Visitantes y ciudadanos de Ciudad Real, ¡Hasta una próxima oportunidad!


Mauricio Serna

Defensor en jefe de las Puertas de Ciudad Real

Ciudad Real, Julio 26 de 2011

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